Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Oaxaca, conocida como la Verde Antequera por sus hermosas construcciones de cantera verde de estilo colonial, es un destino que enamora con su historia, cultura y tradición.

Desde tiempos ancestrales, ha sido el punto de encuentro de diversas culturas que aún hoy siguen vivas, un legado que se remonta al esplendor de Mitla y Monte Albán, dos de las ciudades más representativas de la civilización zapoteca. Caminar por sus calles empedradas es sumergirse en un mosaico de colores, aromas y sabores que reflejan el alma de su gente.

Oaxaca es sinónimo de hospitalidad. Su gente, cálida y talentosa, se enorgullece de compartir con el mundo su riqueza artesanal, que va desde los vibrantes alebrijes hasta los exquisitos tejidos y bordados que narran historias en cada hilo. Su gastronomía, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad, deleita con platillos icónicos como el mole, los tamales envueltos en hoja de plátano y el tradicional chocolate oaxaqueño.

Cada rincón de la ciudad invita a descubrir su esencia, desde los mercados llenos de vida hasta las festividades que celebran sus raíces, como la Guelaguetza. Más que un destino, Oaxaca es una experiencia que envuelve los sentidos y deja una huella imborrable en quienes la visitan, haciéndolos sentir siempre como en casa.